Imagina poder tener un altavoz o sistema de sonido literalmente pegado a un gadget o incluso un televisor. Como si de una pegatina se tratara. Es lo que podría conseguirse con los nanotubos de carbono, ese material que parece llegado del futuro para solucionar la mayoría de males de la electrónica de consumo en particular y la tecnología en general.
La nanotecnología, la ciencia de manipular la materia a nivel molecular, se estudian desde hace casi 20 años, hasta ahora no se habían buscado sus propiedades acústicas, que ahora ha quedado demostrado que pueden desarrollar sin problemas. Lo han hecho Shoushan Fan y su equipo de trabajo de la Universidad de Tsinghua en Pekín.
Este equipo ha logrado crear una superficie que podemos acoplar a un dispositivo como un iPod y que está compuesta por nanotubos enrollados con un diámetro de 10 nanómetros (nosotros no notaríamos que son en realidad tubos sino una superficie completamente plana) que al aplicarles una frecuencia audible, hacen que actúen como altavoces. Casi magia para nuestros ojos.
La base del funcionamiento de estos nanotubos de carbono como altavoces debemos buscarla en la diferencia de temperatura que ese material puede alcanzar respecto al ambiente cuando aplicamos una señal de sonido. Esa diferencia de temperatura provoca cambios en la presión del aire que rodea la superficie recubierta de nanotubos y se produce el sonido.
Este sonido generado es muy reducido en potencia, pero la especial estructura de los nanotubos permite que el sonido escuchado sea suficientemente potente.
Para fabricar estos altavoces, Jiang y sus colaboradores pusieron la película fina de nanotubo de carbono directamente sobre dos electrodos, formando un sencillo altavoz. Colocando varias películas delgadas juntas, se puede ampliar sin límite la superficie del altavoz. También se pueden dar diversas formas a las películas o ponerlas sobre superficies curvas para fabricar altavoces con unas funciones especiales.
Los altavoces de CNT tienen un excelente rendimiento acústico y, una vez conectados a un sencillo amplificador, presentan todas las funciones de un altavoz de bobina acústica, además de las ventajas de no utilizar imán y carecer de piezas móviles. A diferencia de los altavoces convencionales, son expandibles, transparentes y flexibles, lo que permitirá la fabricación de raras y novedosas aplicaciones para los altavoces. Un ejemplo podría ser reemplazar el sistema actual de sonido de los ordenadores portátiles poniendo, simplemente, una película de altavoz transparente sobre la pantalla. Otro ejemplo podría ser su aplicación en nuevos conceptos de diseño revolucionarios para futuros dispositivos electrónicos, como el teléfono móvil Morph de Nokia.
Otra de sus ventajas con respecto a los altavoces convencionales es que los altavoces de CNT no vibran y son tolerantes a los daños; funcionarán incluso si parte de la película delgada esta rota o dañada.
Según Jiang, los próximos pasos del equipo serán desarrollar productos reales de altavoces de CNT. "No hay duda de que con el paso del tiempo se desarrollarán cada vez más aplicaciones. Nuestra técnica puede abrir una puerta a nuevas aplicaciones y enfoques para la fabricación de altavoces y otros dispositivos acústicos".
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