miércoles, 22 de abril de 2009

Por una Web 3.0 neutral y sin perjuicios

"No estoy seguro de poder definir qué es la Web 1.0, ni la 2.0 ni la 3.0". Y eso, dicho por Vinton Cerf, uno de los padres de internet y actual vicepresidente de Google, significa bastante. "¿La Web 3.0? Llegará cuando podamos devolver los datos a los usuarios. Cuando los 'perjuicios' caigan", añadía Tim Berners-Lee, otro padre de la criatura llamada Internet.

Ambos han hablado sobre el futuro y el pasado de la red durante toda la mañana en la 18º conferencia World Wide Web, que este año, coincidiendo con el 20 aniversario de la WWW, se ha celebrado en Madrid y que hoy han inaugurado los Príncipes. Su paso por España ha sido triunfal: a Cerf y Berners-Lee se les nombró ayer doctores honoris causa por la Politécnica de Madrid.

Ante un auditorio abarrotado que prefería aplaudir el discurso científico, liberal, de los inventores de internet a las grandes palabras de los representantes políticos que le acompañaban, Berners-Lee ha pronunciado una conferencia magistral en la que planteaba los retos actuales de la WWW y teorizaba sobre su futuro. "Los jardines vallados son siempre una tentación, porque si eres el dueño ganas dinero", advertía en relación a esos espacios que se parecen a internet pero que no lo son, porque sus puertas están cerradas al exterior. Siempre han existido. Véase el caso de AOL en EEUU, o el WAP, ese internet que sólo muestra las páginas con las que las operadoras tienen acuerdos.

Pero hoy, alerta el director del World Wide Web Consortium, el peligro renace gracias a la popularización de las redes sociales. "Para la gente es una frustración, porque ponen cada vez más información en ellas pero no pueden compartirlas con amigos que están en otras redes", explicaba este londinense más que inquieto, de discurso atropellado y aspecto de genio que en 1989, cuando tenía 34 años, dibujaba las bases de internet en el CERN.

Él defiende el "open social networking". Que la información traspase esos pequeños jardines tan de moda hoy para que, a través de los estándares, vuelvan a comunicarse. Una idea parecida a la que tuvo hace veinte años y que logró que la información se comunique de una forma extremadamente fácil. Las palabras clave de su postura y del organismo que dirige, suenan bien: sencillez, neutralidad, apertura, estándares, privacidad, interoperabilidad, modularidad. "Puede que parte del éxito de internet y de su rápida extensión venga de que es, desde el principio, completamente abierto. Se puede ver el código de cada página", explicaba Cerf en un encuentro con periodistas. Él cree firmemente que hay mucho por mejorar, que hay que aprender a usar mejor la información: "Hay más información oculta que en las páginas. Hay que ver y usar esa información, hacerla más visible. Es interesante desde el punto de vista de los negocios, social, científico".

A pesar de los cambios ocurridos en los últimos años en la web ("el SEO y la publicidad son una ciencia, internet se ha movido a los móviles, se programan aplicaciones web", enumeraba Berners-Lee) y en el entorno ("¡Hay pantallas, pantallas, pantallas por todos lados!", decía el experto a su auditorio), los nuevos honoris causa de la Politécnica mantienen la perspectiva y la fascinación ante su propio invento. "Es maravilloso que la información pueda llegar a todo el mundo de una manera tan rápida y fácil", decía el norteamericano Cerf, con cierta pinta de sabio barbudo, con chaleco, corbata y pañuelo a juego. ¡Es asombroso que esté aquí, que hayan pasado ya 20 años!, gritaba Berners-Lee a un público entregado. "Primero eran sólo cinco años [los pasados desde la invención de la red] y luego sólo 10 y luego sólo 15, y ahora sólo 20! Y el futuro es mayor que el pasado", añadía emocionado.

Además de contra los jardines vallados, los dos hombres han querido advertir sobre otra de las grandes bestias negras de la red: los peligros que amenazan su neutralidad. "Los ISP (proveedores de servicios de internet) son canales. No creo que sean los responsables del contenido. Hay que defender la apertura, que todo el mundo pueda acceder a internet y contribuir", defendía Cerf. Para Berners-Lee también se trata de una cuestión "democrática": "Deben ser como los proveedores de agua. Que se ocupen de dar agua y limpia. [Lo que haga en internet] es algo entre la red y yo. Cuando miran de cerca los datos es como si me abrieran una carta". Su opinión sobre la protección de los contenidos también es liberal: "No creo que encarcelar adolescentes sea una buena idea", explicaba Sir Tim. La solución consiste más bien en "conseguir que sea fácil que la gente haga lo correcto".

Al conversar con Berners-Lee y Cerf es imposible no preguntarse cómo hubiera sido el mundo si internet no existiera, si nunca hubiera sido inventado. Cerf bromea ante la posibilidad: "¡Pero si me acuerdo de cuando no había televisión!". Berners-Lee responde descendiendo al mundo real: "En realidad para imaginarlo sólo hay que mirar alrededor. El 80% del mundo no usa internet. Los móviles son baratos, pero para los ricos. Quizá los pobres tengan un móvil con navegador, pero no los caracteres adecuados, y las páginas están diseñadas para otra cultura...", reflexionaba. "Por eso es muy importante que internet llegue a todo el mundo. Tan rápido como sea posible".

Fuente: http://www.soitu.es/

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