miércoles, 26 de agosto de 2009

"El video es el futuro del WiFi": Goldsmith

El cuarto de hora de WiFi llegó cuando el estándar de comunicaciones inalámbricas debutó en los portátiles, luego en los teléfonos móviles y ahora es el rey en un territorio muy singular: los netbooks.
Sin embargo, contrario a lo que le ha pasado a otras tecnologías, WiFi no se agota y todavía depara muchas sorpresas.

Así lo cree Andrea Goldsmith, una reputada investigadora y profesora de la Universidad de Stanford, quien visitó Medellín para lanzar el capítulo Antioquia de la IEEE (el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos, por sus siglas en inglés).

En diálogo con EL COLOMBIANO, Goldsmith asegura que el "Wireless es impredecible".
Lo que quiere decir que aún presenta desafíos, en especial cuando se trata de conseguir mayor funcionalidad en dispositivos muy pequeños.

Aunque, es seguro, "ya entendimos cómo enviar información muy rápido de un punto a otro, sobre un canal binario, de manera amigable". Para ella, tan solo imaginar que se pueda transmitir video y juegos en tiempo real en una red casera, es algo de extrema utilidad.

Otra aplicación clave es la televisión de alta definición (HDTV), que permitirá transmitir video inalámbrico a través de redes caseras, a televisores de pantalla plana.

En residencias y oficinas, las redes WiFi soportaran capacidades del orden de Gigabits por segundo, 100 veces superiores a las actuales, "con baja latencia y alta confiabilidad", agrega.

No es algo que no suceda, por ahora. Sin embargo, lo que hay que lograr es que se puedan hacer transmisiones de video en streaming, de forma ininterrumpida, por toda la casa, incluso en las áreas más alejadas, reporta Goldsmith.

La experta calcula que en cinco años se podrá tener consolidado este desarrollo con el fin de tener video en casa a través de WiFi.

Para ello, habrá que asegurar la conectividad constante cuando los usuarios se están moviendo; y resolver cómo minimizar la interferencia entre dispositivos inalámbricos.

Alcanzar altas tasas de intercambio de datos y cubrimiento de la señal, dentro de cualquier parte de un exterior e interior, es clave.

Lo cual alienta a Goldsmith, pues cree que todavía hay empresas que se pueden crear para brindar soluciones en este sentido.

En el cuerpo


Uno de los campos más sorprendentes en los que trabaja la profesora Goldsmith es en el desarrollo de chips empebidos en el cuerpo.

Explica que este tipo de desarrollos se verán en un poco más de 20 años, de acuerdo con sus estimados. Sin embargo permitirán avances como monitorear sistemas en el cuerpo para contar niveles de glucosa en la sangre o los glóbulos blancos.

Pero, también, tomarán acción. La especialista explica que si se tiene un corazón artificial y está funcionando mal, entonces el sensor podrá no solo enviar información para reportar el hecho, sino incluso brindar electrochoques para que funcione correctamente.

En el caso del Parkinson o Alzheimer, las conexiones y señales en el cerebro no pueden transmitirse de forma correcta. "Podremos estimular el cerebro para retrasar el avance de la enfermedad". O revivir una conexión dañada en la espina dorsal.

Goldsmith no fantasea, cree que WiFi se tardará en materializar estos desarrollos, y sin duda, revelará todo su potencial.

Fuente: Elcolombiano.com

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