
Sin embargo, la Internet del futuro es algo más que un conjunto de soluciones técnicas encaminadas a ser más eficientes o, tal vez, a expandir los servicios actuales. La frase “Internet del futuro” está empezando a representar todo lo que puede desarrollarse en torno a Internet y lo que representa, tanto técnica como socialmente.
Por eso queremos ampliar el concepto de Internet, para que incluya, por supuesto, la red y la mejora de la conectividad, pero también la transformación de la red en un elemento que proporciona además almacenamiento y capacidad de procesado.
Y no sólo esto, sino que tenga en cuenta y se adelante a las necesidades de las empresas y de las personas que la utilizan.
Así pues, la definición de la Internet del futuro incluye varias “Internets”
- La Internet para las personas (Internet of People)
- La Internet del conocimiento (Internet of Knowledge)
- La Internet de las cosas (Internet of Things)
- La Internet de los servicios (Internet of Services)
- La Internet de las redes y las arquitecturas (Internet of Networks and Architectures)
Para cada uno de estos cinco elementos, se está comenzando a desarrollar una visión estratégica, que incluye elementos de medio y largo plazo.
La Internet para las personas ¿Cómo quieren los clientes que sea la Internet del futuro?
En sus inicios, Internet era un instrumento de laboratorio. Primaba, claramente el aspecto tecnológico. Poco a poco, sin embargo, el aspecto técnico ha ido cediendo importancia a la comunicación, a la transmisión de información entre personas, cómo la comparten y cómo interaccionan. Tanto es así que, para muchos, Internet ha dejado de ser un instrumento tecnológico para estar constituida por las personas que la utilizan: "Internet is the people"
Para que Internet sea de las personas debe enriquecerse e introducir algunos elementos que, aun estando ya presentes, van a hacerla mucho más cercana.
La movilidad es un elemento clave de esta nueva Internet. La Internet del futuro es una Internet móvil. Podemos acceder desde cualquier lugar y con cualquier terminal y, esperamos, no tener que hacer nada especial para adaptarnos a cada entorno.
Se trata de una Internet que también sirve para que las empresas puedan añadir eficiencia y flexibilidad, en el lugar de trabajo y en la forma de fabricación.
Así, cuando se habla de la Internet para las personas, se está pensando en desarrollar:
- Servicios y aplicaciones dependientes del contexto. Se trata que la respuesta de Internet dependa de dónde nos encontramos y en qué circunstancia. Esta información tiene que ser útil y no intrusiva.
- Formas de conocer mejor a los clientes, para ofrecerles lo que realmente necesitan. No todos tenemos los mismos gustos ni necesidades.
- Formas en las que los consumidores puedan convertirse en “prosumers”. Debemos ayudar a nuestros clientes a beneficiarse de la red. Utilizar servicios gratuitos o soportados por publicidad.
- Mejores interfaces. Tanto para los terminales que puedan tener en casa, en el coche o en la calle. En todos los lugares queremos darles la mejor experiencia de usuario. Por supuesto, también queremos tener en cuenta las personas con discapacidades para que ellos también se sientan parte de Internet.
La Internet del conocimiento. ¿Cómo trabajamos con los contenidos en Internet?
Cuando se comenzó a hablar de Internet, parecía que no iba a ser mucho más que una red para conectar computadores y, a través de ellos, poder acceder a datos. Sin embargo, este concepto fue cambiando. Enseguida pudimos acceder a fotografías; primero pequeñas y con baja calidad. Luego empezamos a acceder a la música. Luego pasamos a los videos, después, poco a poco, a la realidad virtual de forma que se han convertido en lugares donde se desarrolla una vida social "virtual" paralela y complementaria, tan real como la convencional y relacionada con ella.
Otra forma de lograr una mayor integración de los contenidos es conseguir que éstos se integren con las percepciones reales, de forma que proporcionen información adicional sobre el entorno. Es lo que se denomina "Realidad aumentada".
La Internet de las cosas. El ambiente inteligente
La realización del concepto del ambiente inteligente es uno de los objetivos a largo plazo de la Internet del futuro.
Por un lado se trata de utilizar las posibilidades que ofrecen los mini sensores y actuadores. Los sensores permiten obtener todo tipo de información del entorno; desde la temperatura, humedad, iluminación, etc. y transmitirla a lugares donde esta información se procesa y se utiliza tanto para resolver posibles problemas como para adaptar los servicios a las personas que están allí. Pero, además, en relación con la Internet de las redes y de los servicios, debe ser capaz de modificar los servicios para que éstos se adapten, sin intervención directa, a las posibilidades de los terminales y de las redes sobre las que se transmiten.
La Internet de los servicios. ¿Cómo debemos adaptar nuestras aplicaciones y sistemas?
Un aspecto muy relacionado con la red, es la forma en la que van a construirse y a gestionarse los servicios y cómo se van a adaptar las plataformas para ello. Otro aspecto importante es el proceso de convergencia que está teniendo lugar entre los servicios de telecomunicaciones y los servicios de Internet.
Muchas de las actividades se dirigen a mejorar la virtualización de los servicios, a extender el concepto de Software como Servicio, a la evolución del concepto de servicio hacia servicio gestionado y a la colaboración con terceros y usuarios.
El concepto de Internet de los Servicios debe extenderse hacia el almacenamiento y la computación en red. Además, el concepto actual de plataforma de servicio (Service Delivery Platform o SDP) debe evolucionar hacia lo que ya se empieza a conocer como Service Delivery Framework (o SDF). SDF permite extender la gestión del ciclo de vida de los servicios más allá de las fronteras de un sólo proveedor de servicios, siendo la base tecnológica para la creación de mercados abiertos de servicios en los que diversos players colaboran y combinan sus recursos para hacer llegar a los usuarios los mejores servicios.
Las tecnologías semánticas pueden ser el elemento unificador que permita lograr la red interconectada inteligente. Sin embargo, la implantación de las tecnologías semánticas se enfrenta a algunos retos, especialmente relacionados con la escalabilidad (es decir, la posibilidad de aplicarlas a campos de conocimiento muy diversos) así como el propio proceso de su generación y la actualización del contenido actual.
Los servicios futuros estarán basados, en gran medida, en las redes de sensores y las aplicaciones se basarán, en gran medida, en comunicaciones máquina-máquina. Gran parte de la Internet del futuro consistirá en sistemas comunicándose con sistemas y no con personas.
La Internet de las redes. Las plataformas en las que se sustenta
Aunque pueda estar de moda decir que la tecnología no importa, será difícil que el desarrollo de Internet pueda ignorar los problemas técnicos y de arquitectura que tienen las redes actuales. El discurso para construir la Internet del futuro deberá tener en cuenta las posibles evoluciones de la arquitectura y la necesaria adaptación de los protocolos.
En todo caso, ya comenzamos a tener unas ideas iniciales de cómo será la red: Por un lado, se busca una conectividad avanzada. La red debe adaptarse a los distintos contenidos que transporta, para hacerlo de la manera más eficiente. Esto significa la adaptabilidad a los distintos patrones de tráfico y la flexibilidad para adaptarse a los distintos requisitos de calidad de servicio. Por otro lado, la red debe estar dotada de los mecanismos que aseguren su robustez, escalabilidad y resistencia ante fallos.
Por otro lado, las plataformas de servicio, que constituyen los elementos en los que se sustentan los servicios proporcionados desde la red, deben ser capaces de permitir el descubrimiento automático del mismo, la composición y negociación de los acuerdos de nivel de servicio, etc. El objetivo final es la provisión de servicios con un mínimo (idealmente nulo) de intervención (provisión automática de servicios).
Se trata, finalmente, de lograr que Internet se convierta en un lugar donde no sólo se acceda a la conectividad sino que pueda proporcionar servicios. Para ello será necesario permitir a todos los eventuales proveedores de servicios el desarrollo de nuevos servicios a través de API's (Application Programming Interfaces) abiertas y la posibilidad de empaquetarlos de distintas maneras.
Un objetivo importante es la capacidad de proporcionar no sólo conectividad sino almacenamiento y procesado a través de soluciones de red (cloud computing).
La seguridad, privacidad y la confianza de las redes y de los servicios y plataformas que se constituyen sobre ellas constituyen un elemento clave. Este aspecto se encuentra también muy relacionado con los servicios y su adaptación a la Internet del futuro.
Fuente: http://sociedaddelainformacion.telefonica.es
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