viernes, 28 de enero de 2011

25 años de la tragedia del Challenger

Infierno de llamas en el cielo: Hace 25 años explotó el "Challenger" el transbordador de la NASA que enviaba por vigésimo quinta vez en su historia al espacio.

Para los padres de la maestra Christa McAuliffe, que miraban desde la tribuna del Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral cómo su hija se convertía en la primera civil que viajaba al espacio. Para millones de personas frente a las pantallas de los televisores, que querían presenciar el espectáctulo del lanzamiento de una nave espacial. Pero entonces ocurrió la catástrofe.

Hace 25 años, el 28 de enero de 1986, el transbordador espacial "Challenger" despegó en su décimo vuelo. Tras varios días de postergaciones por problemas con las computadoras, aparentemente todo funcionaba según lo planeado. "Los motores funcionan normalmente", dijo Steve Nesbitt, del centro de control de vuelo en tierra, 45 segundos después del lanzamiento. "Máxima potencia", informó el comandante Francis Scobee a tierra. Segundos después murió.

El transbordador explotó convirtiéndose en una gigantesca bola de fuego. Los siete tripulantes murieron. El mundo estaba conmocionado. Los acontecimientos ocurridos ese día soleado de enero de 1986 están registrados en un protocolo de la NASA con una precisión de milisegundos. Una pequeña llama se formó 58 788 segundos después del lanzamiento en uno de los cohetes de combustible sólido. Después, todo ocurrió muy rápido.

Cinco segundos más tarde hubo fuego en el fondo del tanque, luego un infierno de llamas amarillentas y anaranjadas envolvió al transbordador. Después de 74 587 segundos, el "Challenger" estalló en miles de fragmentos a 16 kilómetros de altura.

Aún hoy este accidente forma parte de los peores acontecimientos de la historia reciente de Estados Unidos. Al igual que en el caso del atentado contra el presidente John F. Kennedy en 1963 o los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, hay videos que mantienen vivo el recuerdo de la tragedia.

Millones ya miraron el accidente en la plataforma de Internet Youtube. Las imágenes muestran también a los perplejos espectadores en la tribuna del Centro Espacial Kennedy, entre los que se encuentran muchos niños. Ellos tuvieron que ver cómo morían por primera vez astronautas en pleno vuelo en la orgullosa historia de la astronáutica estadounidense.

Un símbolo del horror: la cara de los padres de la maestra, de 37 años, que tenía previsto dar clases desde el espacio a sus alumnos, mirando anonadados al cielo, cuando Nesbitt anunciaba por el altoparlante que "aparentemente ocurrió un grave fallo general". La causa de la tragedia quedó determinada rápidamente: las temperaturas inusualmente bajas para Florida en la noche previa al lanzamiento causaron una porosidad en los aros de goma que sellaban una junta entre los segmentos del cohete impulsor.

Durante el despegue salieron gases calientes y una reacción en cadena se hizo inevitable. Los problemas en el sellado de las juntas era conocido desde hacía tiempo por la NASA, así como también sus posibles consecuencias. Pero consecuencias hubo solo después del accidente: los transbordadores tuvieron que permanecer en tierra durante dos años y medio y fueron reformados.

Se tardó meses en hallar los restos carbonizados de los astronautas en el océano Atlántico. Una lápida en el cementerio de Arlington, cerca de Washington, donde actualmente están enterrados los restos no identificados de los astronautas, es uno de los sitios visitados por los estadounidenses.



Murieron siete héroes, dijo el entonces presidente Ronald Reagan horas después del accidente en un discurso emitido por televisión. Ellos pagaron con su vida el espíritu pionero de la humanidad. "El futuro pertenece a los valientes", fue su mensaje. La astronáutica seguirá siendo exitosa, sentenció.

Pero el optimismo no duró mucho. Diecisiete años después, el transbordador "Columbia", con siete astronautas a bordo, se desintegró al reingresar a la atmósfera terrestre tras una misión en la Estación Espacial Internacional. Después de este accidente ocurrido en 2003, la NASA suspendió por varios años los vuelos de los transbordadores.

Desde entonces, la confianza en esta nave espacial reutilizable bajó constantemente. Los otros tres transbordadores de la flota a la que pertenecían el "Challenger" y el "Columbia" son considerados modelos anticuados.

El último viaje, programado para 2010, de un transbordador antes de que estas aeronaves fueran retiradas del servicio tuvo que ser postergado varios meses porque los ingenieros estaban preocupados por múltiples problemas técnicos en el tanque externo del "Discovery".

Cuando falta tan poco tiempo antes del fin del programa de los transbordadores, nadie quiere arriesgarse a que ocurra de nuevo una tragedia como la del "Challenger".

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